¿A quién no le gusta relajarse tomando un buen capuccino? Esta bebida es sinónimo de tranquilidad, de tomarse un momento para uno mismo. Y saber prepararla es una ventaja para poder disfrutar de esos momentos tan a menudo como quieras. Por eso queremos explicarte cómo hacer café capuccino con máquina como si fueras un profesional.
¿Qué necesito para hacer café capuccino con máquina?
Hay tres elementos que no pueden faltar en esta receta: un café de calidad, una buena leche y una máquina que te ayude y facilite el proceso.
- Empecemos por la leche, que es la gran protagonista del capuccino. La leche y su correcta vaporización y espumación que es lo que dota a esta rica bebida de su textura cremosa. Ten presente que dos terceras partes de la taza son leche, así que es importante que sea una leche de calidad, cuyo sabor te guste. Y es importante que sea entera, su espuma de es más cremosa y densa y aguanta más que la de la leche semidesnatada o desnatada.
- El segundo elemento es el café. Su sabor y su aroma predominarán al hacer café capuccino con máquina. De ahí que elige siempre un café de la mejor calidad y prepáralo de la manera que más te guste (más cargado, más intenso, más suave, descafeinado…).
- Y por último, la máquina de café. En Gesvending te recomendamos nuestras máquinas de café de Saeco. Tanto la gama New Royal como la gama Aulika o la máquina Lirika OTC te permitirán disfrutar de un buen café capuccino con máquina, con toda la textura cremosa de la leche y el sabor de un café recién molido. Además garantizan una dosificación perfecta, una gran fiabilidad y la máxima calidad en el resultado.
Una vez tenemos claros los elementos principales para hacer café capuccino con máquina, vamos a ver qué pasos hay que dar para disfrutar de nuestra bebida favorita:
Cómo hacer café capuccino con máquina
- Llena hasta la mitad una jarra de acero inoxidable con leche entera fría.
- Sumerge un par de centímetros la lanza de vapor en la jarra de la leche y vuelve a encender la salida de vapor. Así generamos una capa de microburbujas de espuma y, a la vez, la leche gira en remolino. Este paso no debe durar más de cinco segundos.
- Una cosa importante es no agitar la jarra de leche en ningún momento. Solo hay que inclinarla un poco, manteniendo la punta de la lanza siempre sumergida, cuando la espuma y el volumen de la leche vaya subiendo, para que el vapor remueva la leche y las burbujas se mezclen, creando una crema uniforme.
- Ten presente que hay que controlar la temperatura de la leche. Si tu máquina de café no tiene termómetro, consigue un termómetro de barista y ponlo dentro de la jarra al principio del proceso. La leche no debe de pasar de los 65º, es la temperatura ideal para que la leche esté caliente y la espuma esté perfecta. Cuando alcanza esa temperatura es el momento de apagar la salida de vapor.
- Ahora llega el momento de la pericia y de la experiencia: es el momento de compactar la espuma de la jarra. ¿Cómo? Con un golpe seco y suave de la base de la jarra contra una superficie lisa. Con un solo golpe es suficiente y después la dejamos reposar.
- Mientras reposa la leche preparamos un espresso, pero en lugar de en su taza, utiliza la taza grande para capuccino.
- Cuando el espresso esté preparado llega el momento de verter la leche directamente en la taza. Es otro momento que debes practicar: se empieza por el centro de y luego hay que hacerla girar, muy ligeramente, alrededor de la jarra.
Disfruta de tu capuccino en máquina
Ahora ya podrías sentarte y disfrutar de tu café capuccino. O puedes añadirle un poco de cacao o de canela para darle un acabado más personal y sentir una mayor explosión de sabor en cada sorbo.
Cómo ves, hacer un café capuccino en máquina es fácil, aunque requiere de práctica en alguna de sus fases. Pero ahí está lo divertido, cómo vas a disfrutar practicando y sobre todo consumiéndolo.
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