Cuando hablamos de hidratación y salud, el agua no tiene competidores. Es sin duda la bebida más saludable. Y es imprescindible en nuestro día a día. Pero pocos saben qué es el agua mineral y que la diferencia de las demás.
Además de limpiar el organismo y eliminar las toxinas, el agua es un eficaz vehículo para transportar las vitaminas y sales minerales que necesitan nuestras células. Si además de saciar tu sed, eres de los que buscas en cada vaso de agua una fuente de salud, te interesará saber qué es lo que bebes cada día.
¿Qué diferencia el agua mineral del resto de aguas?
A diferencia del agua que llega hasta nuestras casas a través de la red pública, el agua potable, es decir, que ha recibido los tratamientos necesarios que la hacen apta para el consumo humano.
El agua mineral es agua envasada en origen con unas condiciones de extrema asepsia, para garantizar su pureza original y mantener todas sus propiedades intactas.
Pero has de saber que no todas las aguas embotelladas son iguales. En España se puede encontrar en el mercado tres tipos de aguas envasadas: aguas minerales naturales, aguas de manantial, aguas potables preparadas (APP)
El agua mineral es un agua de origen subterráneo, por lo que está protegida de todo tipo de contaminación.
Es microbiológicamente sana y con una composición constante en minerales que le confieren propiedades particulares y únicas según su origen. A muchas de estas aguas minerales naturales se les reconocen ciertos beneficios para la salud.
El agua mineral es el resultado de un proceso natural que comienza cuando el agua de la lluvia o del deshielo se va filtrando lentamente entre rocas de montaña, para llegar finalmente a un acuífero situado en la profundidad de la tierra.
Esta agua, pura y enriquecida con sus minerales característicos, permanece allí protegida de cualquier contaminación. Su composición, única y particular, es el resultado de un lento equilibrio entre el agua filtrada y los minerales que conforman las rocas. De ahí la personalidad inimitable de las aguas minerales naturales.
Diferentes personalidades en agua
Esto significa que no hay dos aguas minerales iguales. Así que, tendremos que recurrir a la obligatoria información que nos ofrece su etiquetado para saber exactamente el agua qué bebemos.
De esta manera podremos elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades o preferencias.
Según la composición química las aguas minerales naturales se dividen en sulfatadas, ferruginosas, sódicas, cloruradas, magnésicas, cálcicas, fluoradas, aciduladas y bicarbonatadas.
Por norma general se recomiendan aguas con bajo nivel de sodio.
Si lo que queremos es quitarnos la sed, es mejor que elijamos un agua que no sea de mineralización muy débil, para reponer así las sales minerales de nuestro organismo y eliminar la sensación de sed.
Por el contrario, las aguas de mineralización muy débil poseen un efecto diurético y están indicadas para la prevención de determinadas afecciones, como puede ser los cálculos renales o la hipertensión, ya que su contenido en sodio es escaso.
Además, este tipo de aguas facilitan la disolución del ácido úrico y son ideales para la preparación de biberones y leches en polvo.
Cuando las aguas son de mineralización media, sus efectos son similares a las aguas de mineralización débil o muy débil, aunque la acción diurética es menor cuanto mayor residuo seco contienen.
Beneficios del agua mineral
Como puede verse, el consumo de agua mineral naturales puede beneficiar a diferentes parámetros fisiológicos, además de contribuir a estabilizar otros como la tensión arterial o el perfil lipídico, es decir, la concentración de distintos tipos de grasa (colesterol, HDL, LDL y Triglicéridos) en la sangre.
Es muy importante que la cantidad y la calidad del agua que bebemos cada día sean adecuadas tanto para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo, como para mantener una correcta hidratación.
Cómo ves, el agua mineral esconde muchos beneficios que vale la pena descubrir. Encuentra la que mejor se adapta a ti y aprovéchalos.
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