Ante la pregunta ¿hay que hervir el agua embotellada para biberones?, la respuesta es sí. Hay que hervir el agua mineral del biberón siempre. Os vamos a explicar el porqué.
Seguramente habréis oído alguna vez que el agua embotellada, al ser de mineralización débil, es perfecta para preparar los biberones de los bebés. Pero, ¿hay que hervir el agua embotellada para biberones? Es una duda que muchos padres, sobre todo los primerizos, tienen. En Gesvending queremos ayudaros para que ya no tengáis nunca más esa duda.
La mayoría de madres y padres ha sustituido el agua del grifo por agua embotellada para la alimentación de sus hijos e hijas. La razón es que esta aporta más seguridad y bienestar al bebé. Pero, en teoría, aunque debería ser algo positivo, ese cambio también se está convirtiendo en un riesgo porque no hervir el agua embotellada para hacer el biberón es un error, ya que las preparaciones en polvo para lactantes no son estériles y como el bebé tiene un sistema inmunitario mucho menos desarrollado es más susceptible a infecciones por culpa de microorganismos y de parásitos.
Para que quede más claro: el problema está en el polvo de la leche. E hirviendo el agua nos aseguramos que cuando pongamos el polvo, se reduzca el riesgo de todas las bacterias nocivas capaces de provocar graves enfermedades en los lactantes (como la Salmonella o el Cronobacter Sakazakii).
La preparación del biberón comienza con la esterilización
Asimismo, la preparación del biberón para el bebé comienza con la esterilización y limpieza de todos los utensilios que vamos a utilizar. Es la única manera de eliminar las bacterias nocivas que podrían proliferar en la toma y hacer que el bebé enfermara.
Así que, comienza por limpiar y desinfectar la superficie en la que se preparará la toma y lávate las manos con agua y jabón, secándolas con un paño limpio o un paño desechable.
El agua embotellada puedes hervirla en una cazuela, asegurándote de que hierva a fuego vivo. En ningún caso hay que utilizar el horno microondas para preparar o calentar la toma, ya que no calientan los alimentos de modo uniforme y pueden crear las denominadas “bolsas calientes”, que pueden quemar la boca del bebé.
El agua no debe de estar a menos de 70ºC, de modo que no hay que dejarla enfriar durante más de 30 minutos después de hervirla.
Tras agregar la cantidad exacta de polvo al agua contenida en el biberón se puede cerrar y mezclar los ingredientes. Después de esto, es el momento de enfriarlo hasta la temperatura apropiada para alimentar al bebé, colocando el biberón bajo el chorro del grifo o sumergiéndolo en un recipiente con agua fría.
¿Se pueden conservar los biberones para darlos más adelante?
Respecto a la duda que a veces también se genera de si puedes conservar biberones para darlos más adelante, te diremos que la respuesta es que sí, aunque lo más higiénico es administrárselo al bebé de inmediato. Pero si necesita preparar tomas por adelantado hay que preparar cada biberón por separado, enfriar rápidamente y meterlo en el frigorífico (a menos de 5ºC). La Organización Mundial de la Salud dice también que hay que desechar toda toma refrigerada que no haya sido utilizada en 24 horas.
Como hemos explicado, muchos de los casos de enfermedades gastrointestinales pueden estar ocasionados por el agua, sobre todo en los niños, mucho más sensibles a estas infecciones. Así que no olvides que hay que hervir el agua embotellada para biberones. La salud y el bienestar de tu bebé es lo principal.
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